lunes, 1 de diciembre de 2014

Soy Revolucionario

En estos días se cumplen dieciséis años de las  histórica elecciones de 1998. El 6 de Diciembre triunfaba en las urnas el proyecto del Comandante Hugo  Rafael Chávez Frías. Desde ese gran día el pueblo ha tenido a uno de los suyos en Miraflores, la revolución ha continuado avanzando gracias al apoyo popular, la derecha venezolana todo lo ha intentado para frenar este proceso que se construye por todos y para todos.

Es innegable la gran política de inclusión del proceso revolucionario, pueblo con educación, pueblo con salud, pueblo ejerciendo el poder  en los consejos comunales, pueblo con Viviendas dignas, con acceso a la alimentación. Las misiones sociales, creadas a partir de 2003 para dar respuesta a las necesidades más urgentes del pueblo, han sido una luz para un pueblo que como nunca antes se ha sentido atendido. La Misión Robinson, Barrio Adentro Salud y Deportivo, Mercal, Madres de Barrio, Hijos de Venezuela y Amor Mayor y la Gran Misión Vivienda Venezuela, son algunos de los proyectos de la Revolución Bolivariana para el pueblo.

Observando la realidad del proceso venezolano, se puede comenzar mencionando cómo el índice de analfabetismo se redujo tan drásticamente que la UNESCO certificó el país como territorio libre de analfabetismo. Así mismo, el promedio de acceso a la educación continua aumentando anualmente, siendo según la UNESCO en el año 2014, el segundo país latinoamericano, y el quinto en el mundo, con mayor matrícula universitaria en relación al total de personas en edad de acceder a la educación superior. Entre un sin fin de logros reconocidos nacional e internacionalmente.

Son varios proyectos que el Comandante eterno nos dejó y que hoy lo seguimos construyendo junto a nuestro presidente constitucional Nicolás Maduro, que con inteligencia y audacia ha sabido conducir la Revolución Bolivariana.

El pueblo organizado  y unido desde cada rincón de la patria ha sido beneficiado y disfruta de una educación sana, una salud sin fronteras, de infinidades de proyectos que construyen desde sus propias comunidades.


Somos un pueblo que en estos 15 años ha obtenido los beneficios que nunca antes había tenido, dignificando al hombre, a la mujer, a los  jóvenes  y a los  niños. Por estos y muchos otros logros, creo en la Revolución y soy revolucionario, porque yo soy pueblo comprometido.